jueves, 20 de octubre de 2011

LITERATURA CLÁSICA JAPONESA

PERÍODO NARA (710-794):
El período Nara se data entre los años 710, cuando la capital fue trasladada a Heijō-kyō , cerca de la ciudad de Nara, y finaliza en el año 794, cuando la capital se traslada nuevamente a Heian-kyō, en lo que hoy es Kioto.

En este período el estado burocrático chino alcanzó su clímax y la nueva capital fue construida a la usanza de la capital de la dinastía Tang. El budismo y confucianismo prosperaron, bajo el patrocinio del gobierno, y fueron usados para apoyar el poder político, se construyeron templos en la capital y en cada una de las provincias. La influencia cultural china se hizo más evidente, la clase alta japonesa asimiló la cultura china, adoptando el uso de caracteres chinos como sistema de escritura, que se convertirían en los actuales kanji japoneses y el asentamiento del budismo como religión en Japón.
No obstante, el sistema chino no encajó con la sociedad japonesa y las disputas en la Corte Imperial fueron comunes entre miembros de la familia imperial, el clan Fujiwara y los monjes budistas.

Algunas de las más representativas obras literarias de Japón fueron escritas durante el período Nara, incluyendo el Kojiki y el Nihon Shoki, las primeras recopilaciones históricas nacionales, recogidas en 712 y 720 respectivamente, el Man'yōshū (Colección de las Diez Mil Hojas), una antología de poemas, y el Kaifūsō (Entrañables Recolecciones de Poesía), una antología escrita en chino por emperadores y príncipes japoneses. Otro importante desarrollo cultural de la época fue el arraigamiento del budismo. El budismo fue introducido a través de Baekje en el siglo VI, pero tuvo una recepción variante hasta el período Nara, cuando fue auténticamente abrazado por el Emperador Shōmu. Shōmu y su consorte de la familia Fujiwara fueron fervorosos budistas y promovieron activamente la propagación del budismo, haciéndole el “Guardián del Estado” y una forma de fortalecer las instituciones japonesas.

Muchos de las obras de arte japonesas y tesoros importados de otros países durante la era de los emperadores Shōmu y Shōtoku fueron archivados en el Shōsō-in del templo Tōdai-ji . Se han llamado tesoros Shōsō-in, e ilustran la cultura cosmopolita también conocida como cultura Tempyō. Los tesoros importados muestran la influencia de varias zonas de la ruta de la seda, incluyendo China, Corea, India y el imperio islámico. También el Shōsō-in alberga más de 10,000 documentos de papel también llamados documentos Shōsō-in (正倉院文書). Estos son registros escritos en el lado reverso de los Sutra o en el envoltorio de los elementos importados que sobrevivieron como resultado de la reutilización de los documentos oficiales gastados. Los documentos Shōsō-in contribuyen enormemente en la investigación de los sistemas políticos y sociales japoneses del período Nara, de la misma manera muestran el desarrollo de los sistemas japoneses de escritura (tales como el katakana).

Nara, primera capital centro de la cultura budista:

 La influencia de la dinastía china Tang en el Japón del periodo Nara fue inmensa. Se mantuvieron numerosos contactos oficiales gracias a las embajadas enviadas desde Japón, compuestas por cientos de funcionarios, y a los viajes de numerosos grupos de monjes y estudiantes. Algunos monjes budistas chinos, de entre los que cabría destacar a Jianzhen, también se trasladaron a Japón e introdujeron allí los ritos de ordenación budista. Fue durante el periodo Nara cuando el monje Gembo difundió en Japón el canon Tripitaka del budismo chino; Kibi no Makibi y otros estudiantes chinos dieron a conocer una buena parte de la literatura secular de su país. La obras históricas chinas tenían su contrapartida en dos narraciones japonesas de la época, el Kojiki (712) y el Nihon Shoki (720), que ofrecían una justificación oficial de la posición de los emperadores. Los caracteres chinos eran aún los únicos conocidos en Japón y se empleaban para anotar palabras japonesas en el Man’yoshu, la primera antología poética de la literatura japonesa. Dado que Japón era el punto final de la Ruta de la Seda, recibió muchos tesoros procedentes del Asia continental, algunos de los cuales se encuentran en la Casa de los Tesoros Shosoin de Nara.
 

 “KOJIKI”. Crónicas mico religiosas.


Es el libro histórico más viejo que se conserva relativo a la historia de Japón. Literalmente, significa "registro de cosas antiguas". Éste menciona a otra compilación más vieja que se dice fue destruida por el fuego. Según el prólogo, el libro fue presentado por O no Yasumaro basándose en una historia memorizada por Hieda no Are en 712 bajo la orden de la Corte Imperial.
El Kojiki no cuenta la historia oficial como lo haría el Nihonshoki. Sin contar el Kojiki, ninguna otra historia ha afirmado ser compilada tras una orden oficial. Esto ha llevado a algunos a decir que el Kojiki fue una falsificación que realmente apareció mucho más tarde que el Nihonshoki pero dicha teoría tiene muy poco respaldo.
La historia del Kojiki empieza con la creación del mundo a manos de los kami (dioses) Izanagi e Izanami y finaliza con la era de la emperatriz Suiko. Contiene varios mitos y leyendas de Japón, además de algunas canciones. Mientras que los registros históricos y los mitos están escritos en alguna forma de chino con una fuerte mezcla de elementos japoneses, las canciones están escritas con caracteres chinos usados para transmitir sólo los sonidos. Este peculiar uso de los caracteres chinos es llamado *Manyogana, y se requiere un conocimiento de dicha especialidad para comprender las canciones. Están escritas en un dialecto de la zona de Yamato entre el siglo VII y el VIII, un idioma denominado Jōdai Nihongo (lit. "japonés de la edad alta").
* (El Man'yōgana (万葉仮名, Man'yōgana?) es una antigua forma de escritura kana japonesa que usa caracteres chinos, llamados kanji, para representar sonidos japoneses. Aunque no está claro desde cuándo se emplea, sí está probado que se utiliza al menos desde el siglo VI. El nombre de man'yōgana procede del Man'yōshū (万葉集, Antología de la Miríada de hojas), una antología de poesía japonesa del Período Nara escrita en man'yōgana.
La principal característica del man'yōgana es que emplea el kanji por su valor fonético, en vez de por su significado. Un mismo sonido puede ser representado por numerosos kanji, y en la práctica los escritores eligirán el kanji con significación más adecuada. En ocasiones, el man'yōgana fue ascendido a katakana o hiragana).*
El libro está divido en tres partes: Kamitsumaki ("trozo superior"), Nakatsumaki ("trozo medio") y Shimotsumaki ("trozo bajo").
El Kamitsumaki incluye el prólogo y se centra en las deidades que hicieron Japón y los nacimientos de varios dioses.
El Nakatsumaki empieza con la historia del Emperador Jimmu, el primer Emperador de Japón, y su conquista de Japón, y termina con el decimoquinto Emperador, Ojin. Muchas de las historias que contiene son mitológicas y la supuesta información histórica que hay no es muy fiable. Por razones desconocidas, desde el segundo y hasta el noveno, los Emperadores son nombrados pero sus logros faltan en buena medida.
El Shimotsumaki cubre desde el decimosexto al trigésimo tercer Emperador, y al contrario que los volúmenes previos, tiene unas referencias muy limitadas a las interacciones con los dioses que eran tan notables en los dos primeros. Las informaciones concernientes desde el vigésimo segundo al trigésimo tercero también faltan en gran parte.


 “NIHONGI”. Anales:

Traducido como "Las Crónicas de Japón, es el libro segundo más antiguo de los clásicos japoneses historia . Es más elaborado y detallado que el Kojiki , la más antigua, y ha demostrado ser una herramienta importante para los historiadores y arqueólogos , ya que incluye el más completo registro histórico existente del antiguo Japón (su principio debe ser considerado como gran parte mitológica Sin embargo, su muy primeros capítulos, por otra parte, la raíz en la metafísica china).. El Nihon Shoki se terminó en 720 , bajo la supervisión editorial de Príncipe Toneri y con la asistencia de la O no Yasumaro .  El libro es también llamado el “Nihongi”.
Describe desde el periodo de dioses hasta el tiempo de la emperatriz Jitō en 697. Hay una explicación que supone que el título original fue Nihongi. Se completaron 30 volúmenes (existe) y 1 genealogía (no existe) en 720. Los compiladores son el príncipe Toneri (Toneri Shinnō), Ki no Kiyohito, Miyake no Fujimaro, Ō no Yasumaro y otros desconocidos.
Naturalmente un mito no es una historia, pero es importante para la mitología. Se sabe que los mitos oficiales de Shoki son menos interesantes que el Kojiki, el otro libro antiguo de Japón.
Hay fuerte duda a la existencia de los primeros emperadores en Shoki. Los historiadores de hoy consideran las ocho generaciones desde la segunda hasta la novena en orden de emperadores como invención por los compiladores de Shoki. La existencia del primer emperador Jinmu está bajo sospecha. El emperador Sujin se considera como el primer rey real. Los sucesos y las explicaciones de Shoki está bajo mucha más duda. Los historiadores de hoy no atacan a los artículos a partir de 673.

PERIODO HEIAN (794- 1192)
El Periodo Heian (Heian jidai) es el último periodo de la época clásica de la historia japonesa, entre los años 794 a 1185,[1] en el que la capital era Kioto.
Es el periodo de la historia japonesa en que el Confucianismo y otras influencias alcanzaron su punto máximo. El periodo Heian se considera también la cumbre de la corte imperial japonesa y es destacado por su arte, en especial la poesía y la literatura. Heian significa "paz y tranquilidad" en japonés.  El período Heian Incipiente (784-967) continuó con la cultura Nara; la capital Heian (Kioto) se modeló a partir de la capital de la dinastía Tang de China en Chang'an, como lo fue Nara, pero a mayor escala.
El budismo comenzó a aflorar en Japón durante el período Heian, principalmente por dos sectas esotéricas, Tendai (天台, Terraza Divina) y el Shingon. Tendai se originó en China y está basada en el Sutra del Loto, uno de los sutras más importantes del budismo Mahāyāna. Shingon es una secta indígena muy cercana al budismo indio, al tibetano, y al chino, pensamiento fundado por Kūkai. Kūkai impresionó a los emperadores que sucedieron al Emperador Kanmu, y también a generaciones de japoneses, no sólo con su santidad sino también con su poesía, caligrafía, pintura y escultura. El mismo Kanmu fue un notable líder de la foránea secta Tendai, que se elevó hacia un gran poder por los siglos siguientes. Se desarrolló una relación cercana entre el complejo del monasterio Tendai sobre el monte Hiei y la corte imperial en su nueva capital en la base de la montaña. Como consecuencia, Tendai enfatizó una gran reverencia por el emperador y la nación.

Literatura del período Heian

Aunque el chino escrito (Kanbun) permaneció como la lengua oficial de la corte del Período Heian, la introducción y amplio uso del kana evidenció una explosión en la literatura japonesa. A pesar del establicimiento de varios géneros literarios nuevos como la novela y la narración monogatari (物語) y los ensayos, el alfabetismo sólo era común en la corte y el clero budista.
La letra del actual himno nacional de Japón, Kimi ga Yo, fue escrita en el período Heian. Igual que la Novela de Genji (Genji Monogatari) por Murasaki Shikibu, ampliamente considerada a veces la primera novela escrita de la historia mundial. Las reveladoras observaciones y meditaciones de Sei Shōnagon, la contemporánea y rival de Murasaki Shikibu, como sirviente en la corte de la Emperatriz fueron registradas colectivamente como El Libro de la Almohada ( Makura no Sōshi) en la década de 990. El famoso poema japonés conocido como Iroha también fue escrito durante el período Heian.

 Belleza

Durante el periodo Heian, la belleza era lo que le hacía a uno "buena" persona, no la gentileza ni la honradez. La belleza en los hombres consistía en una barba corta y puntiaguda. En las mujeres, era mucho más complicado. Las mujeres tenían que ponerse unos polvos blancos sobre sus caras y una pizca de rojo en las mejillas. También se pintaban una pequeña boca roja y cejas altas en el centro de la frente. El pelo largo, negro y brillante era considerado bello. Ambos sexos ennegrecían cuidadosamente sus dientes con una mezcla de hierbas y vinagre.
Después de obtener victorias temporales en 794, Kanmu designó en 797 a un comandante nuevo bajo el título de Seii Taishōgun. Hacia 801 el shogun había derrotado a los emishi y había extendido los dominios imperiales al confín oriental de Honshū. Sin embargo, el control imperial sobre las provincias fue tenue, en el mejor de los casos. En los siglos IX y X, buena parte de la autoridad se perdió en las grandes familias, que desatendieron a los sistemas de gravámenes y de terrenos de estilo chino impuestos por el gobierno de Kioto. La estabilidad llegó al Japón del período Heian, pero, aun cuando la sucesión estaba asegurada por la familia imperial por medio de la herencia, el poder se concentró de nuevo en manos de una familia noble, los Fujiwara.

Adopción de silabarios:

Esta escritura que usa los sonidos iniciales de los ideogramas chinos para expresar todos los sonidos de la lengua japonesa se conoce como manyogana. De esta escritura se derivan los silabarios hiragana y katakana. La adopción de un silabario se debe a Kukai y Kibi-Dajin entre los años 760 y 790. Aunque consta también como creador del silabario primitivo el reformador budista Kobo-Daishi (772-834 a.D). Los kanas son una evolución de los kanjis, además de una necesidad. El kanji necesita una serie de okuriganas (como se conoce a estas desinencias que acompañan a las palabras y que significa “kana para acompañar hasta el adiós”) para matizar el tipo de palabra (por ejemplo, detrás de un verbo indican el tiempo verbal) y estos okuriganas se escriben en hiragana. Por eso el japonés tiene además de los kanjis un silabario que tiene dos maneras de escribirse, una sencilla y angular, denominada Kata-Kana (kana-lateral) y otra, cursiva y corrida, llamada Hira-Gana (silabario plano). La escritura hiragana evolucionó a partir del tipo cursivo de los caracteres kanjis (este cambio es atribuido a las mujeres de la época que suavizaron y simplificaron los caracteres) y la katakana del estilo angular. Kana es una abreviación de karina que significa “nombre prestado”. Los silabarios eran usados por personas poco letradas para que pudieran escribir el japonés sin necesidad de aprender los complicados caracteres chinos. La escritura japonesa dejó de ser ideográfica pura, se había convertido en silábica-ideográfica.Y con ese mismo carácter ha seguido hasta nuestros días. El silabario hiragana se usa para las declinaciones de adjetivos y verbos. La escritura katakana se puede considerar como un tipo de escritura en mayúsculas, se usa para nombres extranjeros y onomatopeyas.

La composición de los silabarios


El silabario japonés se compone de 48 caracteres. Existe una sola consonante, que es la “n”, cinco vocales, “a i u e o” y 42 sílabas. Algunos caracteres con el paso del tiempo han caído en desuso y hay que tener esto en cuenta si consultamos bibliografía antigua. Generalmente siempre se hace referencia a unos cincuenta, aunque indicando siempre cuales ya no se usan en la actualidad. Estos “cincuenta” caracteres forman el núcleo del silabario y son conocidos como los sonidos-puros (sei-on). Además de estos sonidos puros, existen otros que tienden a dulcificarse cuando entran en composición, tales como k, s, t y h que generalmente se convierten en g, z, d y b. Esto da lugar a otros veinte sonidos o sílabas modificadas que reciben el nombre de sonidos-impuros (daku-on). La grafía de estos caracteres “alterados” sólo varía en que se les añade un signo llamado nigori en la parte superior derecha del carácter y que se representa por dos comillas. Nigori significa impureza.

 Descripción: Descripción: http://japones.info/gunkan/gunkan40/iroha.gif                                                                      
Iro wa nioedo
Chirinuru o
Waka yo tare zo
Tsune naran
Ui no okuyama
Kyö koete
Asaki yume miji
Ei mo sezu
Los colores son fragantes, pero ellos se apagan (marchitan).
En este mundo nada es eterno.
Hoy he cruzado la alta montaña de las ilusiones de la vida
y no habrá más sueños suaves ni nunca más me embriagaré.


Gobierno de Familia Fujiwara:

A pesar de la usurpación de la autoridad imperial, los Fujiwara gobernaron en un período de florecimiento cultural y artístico en la corte imperial y entre la aristocracia. Hubo gran interés por la grácil poesía y la literatura vernácula. La escritura japonesa había dependido mucho tiempo de los kanji, pero éstos ahora eran complementados por los kana, en dos tipos de escritura fonética japonesa: katakana, un invento mnemónico que usa partes de los caracteres chinos, e hiragana, un silabario cursivo con un método de escritura distinto que fue genuinamente japonés. El hiragana dio expresión escrita a la palabra hablada y, con ella, el auge de la famosa literatura vernácula de Japón, en gran parte escrita por cortesanas que no se les había enseñado en chino como a sus compañeros masculinos.

Colección de poesías:

Fujiwara no Michitsuna no Haha (936 - 995), también conocida como Udaishō Michitsuna no Haha es una poetisa japonesa que vivió a mediados de la era Heian. Su nombre aparece en las listas antológicas del Chūko Sanjūrokkasen y de las treinta y seis mujeres inmortales de la poesía.
Su verdadero nombre es desconocido, y se conoce por ser la madre de Fujiwara no Michitsuna (Haha (, 'Haha'?), significa madre en japonés). También se conoce que fue hija de Fujiwara no Tomoyasu, hermana mayor del poeta Fujiwara no Nagatō y tía de la escritora Sugawara no Takaesu no Musume. Contrajo matrimonio con Fujiwara no Kaneie y tuvo como único hijo a Michitsuna.
Es autora del diario personal Kagerō Nikki completado alrededor de 975 y que combina la prosa con la poesía waka, relatando su relación amorosa con Kaneie. También escribió sus colecciones personales de poesía Fudainagon no Haha-dono Jōshū y Michitsuna no Haha-shū Uno de sus poemas aparece en la antología poética Hyakunin Isshu, también 37 de sus poemas fueron incluidos en la antología imperial Shūi Wakashū.

Hyakunin Isshu:

  Conocido a veces como "el" Hyakunin Isshu” debido a que ningún otro se le compara por su notabilidad, es el Ogura Hyakunin Isshu, compilado por Fujiwara no Teika a comienzos de la era Kamakura. En uno de sus diarios, el Meigetsuki, dice que su hijo Fujiwara no Tameie, le pidió a él que recopilara cien poemas para el padrastro de Tameie, con el fin de decorar una residencia cerca del monte Ogura, en Kioto; de ahí el nombre de "Ogura Hyakunin Isshu". Todos los poetas están ordenados de una manera tradicional y asignados con un número.


 Sei Shónagon (966-1017)
Su vida es poco conocida. Se discute cuál era su nombre real, aunque la opinión más extendida es que se llamó Kiyohara Akiko. Su sobrenombre está formado por la combinación de un título protocolario ("Shōnagon", tercer subsecretario de Estado) y un apellido familiar ("Sei" es la pronunciación china del carácter con que se escribe la primera parte del apellido de la autora, "Kiyohara", que significa "campo puro").[1]
Era hija del poeta Kiyohara no Motosuke. Gracias a la destacada situación de su padre, logró convertirse en dama de compañía de la emperatriz consorte Fujiwara no Sadako, esposa predilecta del emperador Ichijō.[2] Presumiblemente se casó o convivió con Tachibana no Norimitsu, con el que tuvo un hijo, Tachibana no Norinaga. También se desposó con Fujiwara no Muneyo y de esta unión tuvo una hija, Koma no Myobu. Por otra parte, se le atribuyeron numerosos amantes.
A la muerte de la emperatriz consorte, Sei Shonagon permaneció entre siete y diez años aún en la corte y, posteriormente, se ordenó religiosa budista. Hasta el final de su vida vivió errante, manteniéndose gracias a las limosnas, entre la isla de Shikoku y los alrededores de la capital.
Su lectura es una tarea difícil –incluso para los japoneses– debido a diversos factores. Primero, durante el período Heian, la realeza consideraba de buen gusto hablar citando o parafraseando refranes o poesías. La obra está dirigida a las mujeres de la realeza del período Heian, período en el cuál la práctica general era no referirse por su nombre a una persona, por lo que no se nombra a los personajes masculinos en la obra por su nombre, sino por rango, título, mientras que a los personajes femeninos se los introduce bajo alguna descripción de su vestimenta, citando la primera frase que hace el personaje al entrar en escena, o su relación con algún personaje importante, lo que da a entender al lector –de la época– cuál es su posición social.
Otro de los problemas es que fue escrito en kana debido a que los kanji estaban reservados para ser escritos sólo por hombres, dando al texto muchas palabras ambiguas, que no siempre son deducibles por contexto.
A pesar de ser una novela, la autora –que era una poetisa de la realeza– introdujo numerosas poesías, por lo que es también considerado un excelente exponente de la poesía dinástica japonesa del período Heian.

“El Libro de la almohada”:

El libro de la almohada (, Makura no Sōshi?) es un diario escrito por la autora japonesa Sei Shōnagon, dama de la corte de la emperatriz Sadako, hacia el año 1000, durante la era Heian. Posiblemente sea el nikki o diario íntimo más famoso de la literatura japonesa. También ha sido calificado como "tratado" porque, a lo largo de sus trescientos breves capítulos, además de descripciones de la vida de la corte, incluye partes enteras de aforismos y reflexiones muy cercanas al ensayo en las que la agudeza de la observación y el refinamiento estilístico se conjugan con la ironía y la libertad de juzgar.
Por otro lado, hay secciones que son verdaderos catálogos de nombres de plantas, de pájaros, de flores, que dan lugar también a listas de cosas acongojantes, cosas que dan vergüenza, cosas tranquilizadoras.
Como señalara André Beaujard, a Sei Shonagon le gusta evocar los sentimientos más fugitivos, la evanescencia de las cosas. Busca la palabra justa con un estilo elegante que no excluye una expresión vigorosa.
Por su parte, Octavio Paz, admirado ante la belleza y la transparencia de su prosa, descubre en ella un mundo milagrosamente suspendido en sí mismo, cercano y remoto a un tiempo, como encerrado en una esfera de cristal.

Murasaki Shikibu:
A pesar de no haber completa certidumbre en cuanto a la autoría de la obra, una mujer de la realeza que formaba parte de la corte de la Emperatriz a fines del siglo X y comienzos del siglo XI, llamada Murasaki Shikibu es en general considerada como la autora de la obra literaria.
En la obra en sí no figura ningún autor. Sin embargo en el "Diario de Murasaki", se encuentran, además de anécdotas varias y descripciones de los incidentes entre la realeza y la pleitesía, notas aclaratorias sobre La novela de Genji. Debido a esto se la considera, en general, la autora de la obra. Por otro lado, como se explica más adelante, existen teorías sobre la participación de varias personas en la novela.


“Cuento de Genji”:

Novela de Genji, Romance de Genji o Historia de Genji, es una novela clásica de la literatura japonesa, considerada una de las novelas más antiguas de la historia.
Genji Monogatari es una novela de principios del siglo XI, cerca del cenit del período Heian. Cuenta la historia del príncipe Genji a través de 54 capítulos que incluyen toda su vida amorosa, su recuperación del poder imperial y la vida de sus hijos tras su muerte. Se ha sugerido que el personaje protagonista fue inspirado por la figura de Minamoto no Tōru. De las traducciones al inglés, las de Arthur Waley y la de Royall Tyler son las más reconocidas.
Tanto por la extensión, los contenidos, y la calidad literaria de la obra, es considerada una de las más influyentes dentro de la literatura japonesa hasta el punto de ser considerada la primera novela o –al menos– la primera novela en el sentido moderno.
Autores como Borges, Octavio Paz, Yasunari Kawabata o Marguerite Yourcenar se han hecho eco de la importancia del Genji.
La “Novela de Genji”, que es una extensa obra que cuenta con 54 rollos ( kakimono) o capítulos– se considera la obra maestra de la literatura dinástica japonesa, y la primera novela del mundo en el sentido moderno, después de los precedentes romanos del El Satiricón y El asno de oro, más los precedentes greco-bizantinos de la novela amatoria del tipo de Dafnis y Cloe. Presenta varias características novedosas, como descripciones psicológicas detalladas de los personajes, el personaje Kaoru –considerado por algunos el primer anti-héroe–, entre otras. Por este rasgo puede considerarse el primer ejemplo de la novela psicológica.
Kamo no Chomei (1153-1216):
Fue un poeta de waka, escritor, músico, ensayista y monje ermitaño japonés, que vivió a finales de la era Heian y comienzos de la era Kamakura.
Nació con el nombre de Kamo no Nagaakira, fue el segundo hijo de Kamo no Nagatsu, shōnegi (monje Shintō) del Santuario Kamo. Durante su juventud estudió poesía y música dentro del ambiente aristocrático del santuario.
Se enfocaría principalmente en la poesía, teniendo gran influencia de tres mentores: Shōmyō, de la escuela Rokujō, quien le enseñó las técnicas de la poesía de corte; Kamo no Shigeyasu, sacerdote jefe del Santuario Kamo Superior, quien lo invitaba a las competiciones de poesía waka y fue quien lo ayudó en la elaboración del libro de poemas Kamo no Chōmei Shū en 1181; y el monje budista Shun'e, quien dirigía un círculo de poetas llamado Karin'en, conformado por monjes Shintō, monjes budistas, cortesanos de clase media y baja, y mujeres cortesanas, que compartían sus escritos. Estas reuniones fueron descritas en el Mumyōshō.

“Recuerdos de mi choza” (Hojoki):

"Y ¿cómo podemos hallar la paz/ siquiera fugaz/ en el alma?”
"Hojoki” es una de las grandes obras clásicas de la literatura japonesa. Escrita por Kamo-no-Chomei en 1211, cuando la aristocracia feudal comenzaba a perder terreno ante el empuje de la clase guerrera, este poema-ensayo expresa la angustia de un hombre ilustrado ante la fragilidad de la vida y la inestabilidad del mundo.Luego de ser testigo de cataclismos, incendios y hambrunas, el interrogante central del poeta es cómo hay que vivir para hallar sosiego ante tanto dolor.Kamo-no-Chomei concluye que no le queda al hombre sino cultivar su libertad individual, una idea extraordinaria durante una época en que el budismo estaba en su máximo apogeo en la historia del Japón..
La frase inicial del Hōjōki es famosa en la literatura japonesa, como una expresión de temporalidad (Mujou (無情, Mujou?)), la trascendencia en este mundo:
"La corriente del río jamás se detiene, el agua fluye y nunca permanece la misma. Las burbujas que flotan en el remanso son ilusorias: se desvanecen, se rehacen y no duran largo rato."
Hōjōkicolor


PERÍODO TOKUGAWA  (1600-1807)
Expansión de la imprenta:
El largo shogunato de los Tokugawa (familia que ocupó el poder desde 1603 a 1869), también conocido como el período Edo (ciudad a la que se trasladó la capitalidad, y que acabaría por convertirse en Tokio), supuso, en el terreno del "imperio del sol naciente", la popularización de la pintura.
Durante ese extenso período de tiempo la clase mercantil había tomado las riendas del país y comenzó a exigir una pintura que estuviera a su servicio. Gracias a la difusión del grabado en madera (hanga) y a la divulgación de los rollos por medio de la imprenta se consiguió llegar a la democratización del arte. Se puede decir que, concretamente en el siglo XVIII, se intensificaron los efectos realistas de todo el arte japonés. La gran fisura que se produjo en la trayectoria artística japonesa se marcó a raíz de la creación de la escuela de grabado Ukiyo-e que propició el nacimiento de la pintura de género. na de las modalidades técnico-artísticas que más han destacado de Japón ha sido la cromoxilografía (xilografía en color donde cada uno de los colores exige una plancha diferente). Desde el siglo XVI ya se practicaba la xilografía (grabado en madera, conocido en Japón como hanga) que había sido importada de China. Poco a poco se fue extendiendo la costumbre de pintar los grabados en madera, labor, que por otro lado, era ejecutada por un pintor diferente del grabador.
Durante el “shogunato” nacen nuevas expresiones culturales, que tienen carácter urbano y sincretista. En este período surgen los teatros , derivado de los rituales shinto y que es realizado de manera austera y ceremonial, convirtiéndose en una forma de entretenimiento para los samurái y la nobleza; y surge también el teatro kabuki, similar al nō y que es el favorito de las clases populares, con representaciones de hechos históricos. También surgen otras formas de expresión teatral como el bunraku (teatro de marionetas), el ukiyo-e (dibujo artístico antecesor al manga), la danza, entre otros. Con este crecimiento cultural, en los centros urbanos se establecen distritos de diversión donde se encuentran locales de entretenimiento tales como teatros, casas de té y prostíbulos; uno de los distritos más famosos fue el de Yoshiwara, en Edo.
Otra expresión cultural única durante este régimen es el rangaku o escuela holandesa (蘭学, 'escuela holandesa'?), surgida por el tímido contacto de los comerciantes holandeses con los japoneses en Dejima durante el sakoku y que trajo como consecuencia la entrada de nuevas corrientes de pensamiento científico provenientes de Occidente a Japón. Algunos conceptos aplicados son la medicina y las ciencias naturales y de esta escuela surgieron algunos eruditos como Arai Hakuseki, Hiraga Gennai, entre otros. Esta influencia aunque es limitada, es lo único que mantenía a Japón hacia el camino de la occidentalización; aunque esta corriente científica sería opacada en 1853 con el inicio del bakumatsu.

Renacimiento del Haiku:

Cuando la escritura china llegó a Japón, aproximadamente en el siglo VIII de nuestra era, en pleno esplendor de la dinastía Tang, ya tenía más de 20 siglos de historia. En ese momento Japón salió de la prehistoria y comenzó la producción de su rica literatura. La poesía china clásica tuvo una gran influencia en la literatura japonesa y el estilo de los poetas chinos fue muy imitado. Los orígenes directos del haikú están en el haikai. El haikai es una forma poética marcada, ya que generalmente su contenido se basa en lo cómico y lo divertido. Al pasar el tiempo, el haikai se asoció a otro estilo de composición poético llamado Renga, formándose así una derivación del Renga, el Haikai-no-Renga. El Haikai-no-Renga era una sucesión de poemas Haikai, manteniendo su estilo.
El primer poema que iniciaba esta sucesión se denominaba Hokku. Matsuo Bashō, poeta muy afamado en el arte del haikai, separó el primer poema del Haikai-no-Renga (el Hokku) y por ende lo independizó del Renga, dándole al Haikai o Hokku una personalización estética y expresiva. Pero Basho también llamaba Haiku al Hokku . Esto hizo que en los inicios, el Hokku fuera lo mismo que el Haiku.
Pero con el paso del tiempo, poetas como Masaoka Shiki separaron sustancialmente el haiku del Hokku, conservando este último la vis "cómica", mientras el haiku adquiría un carácter espiritual.
l haikai o haiku tradicional consta de 17 moras (unidad lingüística de menor rango que la sílaba) dispuestas en tres versos de 5, 7 y 5 moras, sin rima. Suele contener tanto una palabra clave denominada kigo (cuarto idioma), que indica la estación del año a la que se refiere, como una cesura, o pausa verbal, conocida como kire, que separa a un haiku en dos imágenes contrastantes.
Tradicionalmente el haiku, así como otras composiciones poéticas, buscaba describir los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones, o la vida cotidiana de la gente. Muy influido por la filosofía y la estética del zen, su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo), la sutileza, la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con ésta la eternidad.

Haijin:

Es el nombre que se da al autor de un haikai o haiku. Los Haijin más importantes de la historia de Japón son Matsuo Bashō, Yosa Buson, Kobayashi Issa, Usuda Arô, Masaoka Shiki, Uejima Onitsura, Ritsurin Issekiro, Arakida Morikate, Yamasaki Sokan, Ihara Saikaku (también llamado Ibara Saikaku), entre otros.



Yosa Buson (1716-1781)

Taniguchi Buson más conocido como Yosa Buson, nació cerca de Osaka (Japón) y fue uno de los grandes maestros del Haiku en el siglo XVIII y fue un distinguido pintor bunjinga.
Buson leia asiduamente los clásicos y estudió los diferentes estilos de pintura China y Japonesa. Sus poemas fueron ricos en imaginación, dibujando claramente los movimientos finos y las apariencias sensuales de las cosas, dinámicos, liricos, sensibles, elegantes y muy conscientes del tiempo.
Algunas frases:
“Murió el ciruelo y sus flores ¡El sauce en su soledad!”.
“Lluvia de primavera; ¡pobre de aquel que nada escribe!”
“En noches breves la aterciopelada oruga detiene las perlas    del rocío”.

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